jueves, 30 de junio de 2016

Badalona, ciudad romana. Marcvs Antonivs Saldvie visita Baetulo. Parte II.

Dejando atrás el paseo por la ciudad romana, apenas avanzamos unos pasos sobre el asfalto de la actual civilización y, aparece ante nuestros ojos otro pequeño tesoro: El Jardín de Quinto Licinio.


Junto a los restos del estanque del peristilo (patio con columnas con el que la casa romana se abrió al exterior), pinturas, objetos y un atractivo montaje multimedia, nos sumergen en cómo era el jardín que rodeaba al patio de la domus.


La documentación expuesta además, nos explica con qué elementos naturales y ornamentales, nos hubiéramos encontrado, en el caso de haber disfrutado de esta estancia en el S.I d.C. y cómo el propietario parece ser que no fue otro, que un patricio de altura en la ciudad de Baetulo: Quinto Licinio Silvano Graniano, hijo de un caballero de Tarraco que emparentó con la familia senatorial de los Minicios de Barcino y que ocupó diferentes cargos políticos, entre los que destaca el de cónsul en el año 106.


 

Nos llama la atención cómo ya tantos siglos atrás, los jardines podían lucir toda suerte de artesanía en sus arbustos, pues no es una técnica de nuestra época el llamado "ars topiaria" y justo en ese momento, un grupo comienza su visita guiada y Marcvs tiene el honor de convertirse en atractivo añadido por un instante... pero sin duda, la guinda de la ruta por los restos de Baetulo, no fue el muñeco de Sedetania, sino la visita a la Casa de los Delfines.

No muy lejos del Museo de Badalona y de este trocito de la casa de Quinto Licinio, nos encontramos con este otro maravilloso vestigio de cotidianidad romana. Las sensaciones que se tienen transitando por una domus tan bien conservada, son difíciles de explicar.

El nombre de la Casa, bebe del dibujo del mosaico del impluvium.

  
Alrededor del patio central en el que éste se encuentra, -como es la norma habitual-, se distribuyen las diferentes estancias de la casa.
Así, vemos el tablinum -la sala de visitas-, el triclinium -el comedor- y también el oecus -el comedor de verano-. También observamos cómo estaba integrado en la mansión el proceso de producción de vino- recordemos que Baetulo debía su prospieridad al cultivo de la vid y la exportación de sus caldos-, y disfrutamos de estupendos mosaicos y pinturas murales acompañados de artículos recreados, que nos ayudan a sentirnos realmente, en 300 m2 de una domus romana de excepción, que parece ser que en su día, se levantara en torno a 800 m2 de extensión. 




Posiblemente el dueño de esta casa de ensueño fuera Maco Porcio, un importante exportador de vino, cuyas ánforas, marcadas con: MPORCI, se han encontrado en diferentes rincones de Europa. 
Sea como fuere, visitar una mansión de esta embergadura es una cita imprescindible en Badalona y un broche de excepción a una jornada impregnada de didactismo y belleza a la romana.








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sábado, 25 de junio de 2016

La elegancia del Imperio en el S.XXI

Popea apretó entre sus manos las trenzas de cabello postizo, tensándolas fuertemente, mientras Emilia Paula con la subucula y la stola colocadas en sus brazos a modo de perchero, la apremiaba para que se terminara de peinar. Acabó por soltar la vestimenta encima de un diván y ayudarla en el laborioso trabajo de “hacerse el pelo”.

- “Llegaremos tarde, como siempre”- dijo, colocando las mechas postizas sobre el cabello de Popea y clavándole un gancho con muchas ganas-. Popea ni se inmutó, no le iba a dar el placer de que la oyera quejarse, sólo se giró la miró y le apretó en el antebrazo a modo de caricia para tranquilizarla.

- “No me hagas la pelota;  ya está, venga… ¡A vestirse!”

La subucula se deslizó suavemente sobre el cuerpo desnudo de Popea, sintió un escalofrío erizándole la piel al sentir el contacto de la seda sobre su cuerpo. La stola se acopló como una tercera piel al cuerpo de la patricia. Un cinturón bajo el pecho, hacia resaltar sus voluptuosas curvas de romana noble. Emilia Paula sacudió la tela roja de tres metros que extrajo de una bolsa de tela y se la colocó, primero por el hombro izquierdo, pasándoselo por la cabeza y por debajo del brazo derecho, para finalmente envolvérsela  en el antebrazo izquierdo, sacó una esponjilla llena de alfileres con cabeza y empezó a insertarlos en la tela y en las trenzas que Popea lucía en su cabeza. Esta vez la patricia sí que gritó. La miró de frente clavándole sus verdes ojos a modo de gladius, respiró hondo y la dejó seguir… en ese momento sonó el móvil, era Cayo Vocconio que impaciente las esperaba en el Templo de Diana.


No, no estamos en la antigua Roma, estamos en Sagunto, el 11 de Junio del año 2016. Para muchas personas vestirse de romana puede resultar un juego o simplemente  una caracterización, pero para la mujer saguntina vestirse de romana es sentir su patrimonio, su cultura; Vestirse de romana para una saguntina es todo un ritual, como para los toreros puede ser vestirse con un traje de luces. 



Desde el momento en que te colocas la ropa, la sangre empieza a fluir por tus venas y tu adrenalina sube, sientes mariposas en el estómago, como cuando te enamoras, y recuerdas cómo de pequeña has jugado entre tus ruinas romanas al escondite y cuánta ropa interior has roto, dejándote arrastrar sobre las piedras. Para una saguntina vestirse de romana es un honor y un placer que jamás olvidará en su vida.
 

                                                                                   Pilar Madrid (Saguntum Civitas).
                                                                           



Apéndice:

Idea original: Pilar Madrid y Colvm Rozas.
Texto: Pilar Madrid.
Autoría del material fotográfico: Kivi Osma, Roberto Martínez, Ximo Martínez, David Piqueras y Maite Rodríguez.
Composición: Colvm Rozas.

Prendas romanas mencionadas:

SUBUCULA: Túnica interior hecha de seda o lino, realizada de una sola pieza y con mangas, lo que otorgaba mayor comodidad.
STOLA: Túnica de seda lino o algodón que se colocaba sobre la subucula.
PALLA: Manto cuadrado o rectagular, que iba de la cabeza a los pies. Se utilizaba enganchado al pelo formando un velo trasero.
PATAGIUN: Cinturón que se ponía sobre la stola.



miércoles, 22 de junio de 2016

Los inicios de un gladiador del S.XXI


Las recreaciones históricas están pegando fuerte, en cada vez más rincones de nuestra geografía. No muy lejos de Sedetania, nos encontramos con "Tarraco Lvdvs", grupo al que se le ha sumado recientemente un nuevo gladiador: ¿Qué le habrá motivado a vivir esta experiencia?

domingo, 19 de junio de 2016

La esencia de Minerva en Barcino. VI Jornadas Romanas de Barcelona.

Entre comerciantes, ejército romano y gladiadores, paseo por la Feria Romana de Barcelona y de entre los artesanos, uno de ellos me llama especialmente la atención, por lo trabajadas que están sus piezas, por el realismo del que están dotadas y... ¡Porque el escultor está delante mío, dando vida a una figura!

miércoles, 15 de junio de 2016

Jordi Nogués, presenta Colosseum en Barcelona

De la mano de Edhasa, su editorial, el escritor leridano Jordi Nogués, visitó en la tarde de ayer la Librería Abacus del Paseo Fabra i Puig de Barcino, para explicarnos las peculiaridades que definen la singularidad de su última obra publicada: Colosseum.




En ella, persigue plasmar mucho más que la construcción por parte de Calícrates, de ese monumento colosal, que fuera y sigue siendo -a pesar de los saqueos-, el gran Anfiteatro Flavio, símbolo de la excepcionalidad y grandeza de la pax romana.
Y lo consigue, cuidando hasta el último detalle, de uno de los aspectos más curiosos de la historia de otro tiempo: las formas de procesar la información y de interactuar con el mundo de gentes pertenecientes a esquemas vitales y coyunturales muy diferentes a los de nuestra era.

Colosseum es sin duda, una obra, en la que el autor se ha empleado a fondo en sus tareas de investigación y cuyos personajes, no están dejando indiferente a nadie.


martes, 14 de junio de 2016

Badalona, ciudad romana. Marcvs Antonivs Saldvie visita Baetulo. Parte I.





Visitar el Museo de Badalona supone dar un paseo por nada más y nada menos que 3.400 m2 de ciudad romana. En su subsuelo, no sólamente nos encontramos las famosas termas de la ciudad de Baetulo, sino que además caminamos por sus calles y visitamos sus casas y sus tiendas.

 


  


El excelente estado de conversación de numerosas piezas, nos pone en contacto directo con cómo eran un mausoleo y las sepulturas de tipología variada existentes, las vajillas, las joyas, los enseres médicos de hace 2.000 años...





Entre los tesoros que se encuentran en el museo, destacan los quicios de bronce de una de las puertas de entrada de la ciudad y la Venus de Badalona, pequeña pieza de 28 centrímetros, con numerosas faltas pero de auténtica belleza, que ornamentara el jardín de una familia potentada y que no fuera encontrada en una alcantarilla romana hasta épocas recientes (en el año 1.934). 



A la magia de este viaje en el tiempo, se suma una actividad que deleita al público con las explicaciones y anécdotas de Baetulo, a cargo de Penélope, la sirvienta de confianza de una de las familias de mayor peso de la ciudad.



Penélope explica desde el tipo de comida con el que agasajarán en un banquete nupcial los señores a sus invitados, hasta cómo será cocinada, en qué tiendas encontrar especias, alimentos, en cuáles objetos de lujo y también algunas anécdotas que a nadie dejarán indiferente, como el castigo que sufriera un esclavo, por la rotura de una pieza de cristal de la vajilla de una familia de alto standing romana.







   Y no acaban aquí los tesoros romanos que alberga Badalona. Próximamente visitaremos el Jardín de Quinto Licinio y la Casa de los Delfines: Los restos de una piscina y de una casa, ambos conjuntos arquitectónicos del S.I d.C.

domingo, 12 de junio de 2016

Los Ludi Rubricati: La Fiesta Romana familiar, lúdica y didáctica de Sant Boi.

Ayer disfrutamos de un sábado a la romana en Sant Boi de Llobregat (Barcelona). 
Con actividades para todas las edades, la tarde nos deparó una interesante aproximación a la cotidianidad romana en tiempos de paz.






Los más pequeños se coronaron y peinaron como elegantes romanos, con ornamentos que aprendieron a elaborar in situ. Se les enseñó a cardar la lana con la que confeccionar sus ropas, a pintar con vino, a cocinar, la preparación de remedios medicinales, a construir acueductos... y por supuesto, a jugar como auténticos romanos. 



Mientras, los legionarios bebían mulsum por doquier, las matronas romanas sufrían un pequeño altercado con una lupa en un puesto de telas y un pillo robaba a todo el que podía, mezclándose hábilmente, entre el público asistente a un combate de gladiadores.





Asistimos incluso al juicio en el que el pillo fue injustamente declarado inocente. Pero Sedetania presenta en exclusiva aquí y ahora una prueba del error cometido por el tribunal: ¿Se repetirá el juicio?


sábado, 11 de junio de 2016

La lucha contra bellas mujeres semi desnudas. El encuentro con Aife.

"Se me lanzó encima como una furia, espada en mano, así como la ves, sin armadura, provocándome con su desnudez..." (Decio Rufino).
Decio Rufino y Publio Emilio Camilo, viajan a través del tiempo para contarnos sus anécdotas, no sólo en "Publio y el país de las cataratas" de Anastassia Espinel Souares,  sino también en por ejemplo, el grupo de facebook: Romaníacos.


A raíz de varios artículos sobre el sexo en la Antigua Roma, es Decio Rufino quien se ha acercado en esta ocasión a Sedetania, tras afirmar que prefería a las mujeres germanas o celtas que a las romanas y esto es lo que ha dado de sí nuestra conversación:

Decio Rufino (D.R.) : Bueno, los centuriones como yo manejamos mejor la espada que la pluma... pero te puedo contar algunos detalles, si te gustaría...
Sedetania (S): ¡Sea!
D.R: ¿Qué te parece una fogosidad pelirroja como ésta? 


S: Cómo son físicamente las mujeres de dichos pueblos, nos hacemos a la idea: Queremos detalles, chismes, ya sabes.
D.R: Bueno, en cuanto a ésta, Aife, la joven guerrera helveta, no puedo decir que nuestro encuentro ha sido muy pacífico sino todo lo contrario. Se me lanzó encima como una furia, espada en la mano, así como la ves, sin armadura, provocándome con su desnudez... sin duda, hubiera podido impresionar así a algún novato o a alguien como nuestro tribuno Publio Emilio Camilo, pero no a mí, pues le respondí con mi gladius ... inmediatamente y de forma casi mortal.
S: Tiene mérito: ¿Y ha sido la mujer más bella que te ha plantado combate?
D.R: Bueno, había otras, algunas igual de bellas pero la historia de ésta ha sido la más extraordinaria... ¿Quieres que prosiga?
S: Es más, te invito a que lo hagas
D.R : (...) me irrita sobremanera el maquillaje con que se cubren estos guerreros celtas de pies a cabeza, por lo tanto, casi siempre trato de dirigir la punta de mi gladius justo donde más dibujos tienen. Con esta chica ha sido lo mismo
La rajé con mi gladius justo por aquella línea de maquillaje que surcaba su hermoso cuerpo... desde el pectoral hasta el taparrabo. ¿Te imaginas que herida tan espantosa?
S: Brutal. De hecho, lo narras tan bien, que me lo estoy imaginando.
D.R: Cuando cayó, sangrando bajo mis pies, algo dentro de mí tembló, no sé por qué. A lo mejor ha sido por su belleza o tal vez por el valor que se reflejaba en su rostro. No gimió, no pidió piedad... una Guerrera con mayúsculas. Entonces, hice algo que no había hecho jamás con un enemigo caído... retiré mi espada con sumo cuidado, sin revolverla dentro de su vientre y sin desgarrar las entrañas... lo único que pude hacer por ella
Aunque ella no se quejaba, era evidente que sufría terrible... Fue entonces, cuando vinieron mis amigos, el tribuno Publio (ya lo conoces) y el otro centurión, Marcus y entre los tres decidimos llevarla con el cirujano.
S: No me lo esperaba, aunque viendo la grandeza de esa mujer, sin emitir quejido alguno, no me extraña vuestro gesto.
D.R: Por suerte, el cirujano logró repararla, suturando aquel enorme desgarro que le provoqué con mi gladius.
Y nosotros tres permanecimos todo este tiempo junto a ella... y luego, siempre veníamos a verla, mientras se recuperaba.
S: ¿Y no temísteis que una vez restablecida, os traicionara?
En Roma, bien sabemos que la traición es la acción más frecuente que cometemos los humanos.
D.R: En realidad, no nos importaba... Lo único que me parecía importante en aquel momento era que semejante belleza debía seguir viviendo. Creo que estuve a punto de enamorarme pero luego descubrí que los ojos de Aife (los ojos más bellos que jamás haya visto en mi vida) miraban hacia otro lado...Miraban con aquel mismo amor y admiración que comenzaba a sentir yo por aquella mujer extraordinaria...
S: ¿A Publio, tal vez?
D.R: No, Publio era demasiado joven como para gustar a una mujer así. Miraban a Marcus, mi compañero mayor, el más valiente y experto entre nuestros centuriones... así que no me atreví a rivalizar con él y preferí dejarles camino libre.
S: Te honra el gesto. ¿Qué fue de su historia de amor?
D.R: A Marcus ya le faltaba poco para su jubilación y cuando obtuvo su missus honorífica, Aife y él se casaron. Ahora viven en su villa en Hispania y que yo sepa, felices. Quien ve a Aife ahora, no reconocerá en ella a la guerrera bárbara que combatí, se convirtió en una respetable dama romana:
S: Muchísimas gracias por tu confianza, Decio Rufino.
D.R: Gracias a los dioses que detuvieron a tiempo mi espada...
S: ¿Puedes explicarnos algo sobre ti a los Sedetanos para que sepamos quién vivió este episodio tan morboso?
D.R: Mi nombre es Decio Rufino, tengo 36 años y pasé casi 20 de ellos en las filas de la Legión XIII Victrix. Soy oriundo de Lacio, de una pequeña aldea de pastores en los Montes Albanos pero, lastimosamente, cuando tenía 12 años, mis padres y casi todos mis hermanos, salvo el más pequeño, murieron víctimas de una peste. Como el año anterior a aquel desastre mi padre se había endeudado mucho, nos quitaron nuestra casa por lo que los dos niños sobrevivientes tuvimos que trasladarnos a Roma con un tío segundo. Era dueño de una taberna en la parte más sucia de la Suburra, la zona de lupanares y negocios dudosos... ¿Te imaginas qué sitio era para criar a un par de chicos? Por eso me convertí en lo que soy... Mi tío (aunque la lengua se me traba de llamarlo así), nos exigió la paga por el alojamiento y comida así que tuve que ganar mi propio dinero en las calles de Roma... creo que te imaginas de qué modo.
S: Dura tu vida, desde luego; Y aún así, eres un soldado con gran corazón.
Dime con qué foto quieres que te presente a los Sedetanos y a los que visiten Sedetania.
D.R: Claro, nunca he sido un niñito patricio bien cuidado, a diferencia de mi amigo el tribuno. 
Así como aparezco en Facebook, centurión primus posterior de la XIII Victrix, amigo del tribuno Publio.


S: ¿Se corrió la voz entre los pueblos enemigos de que les perdonábais la vida a las mujeres que se enfrentaban a vosotros?
D.R: En realidad, no lo sé. Luego, nuestra legión fue trasladada a Limes Germanicum y no me he vuelto a enfrentar con mujeres, gracias a los dioses. Prefiero enfrantarme con ellas en el campo de Venus, no en el de Marte, jajajajajaja
S: ¿Cuál es la batalla más dura que librásteis en esas tierras?
D.R: Te cuento que la peor batalla en mi vida ha sido la primera, a los 16 años, porque era contra mis conciudadanos romanos: La Batalla de Actium.
S: Terrible dicha batalla. Eso no hay pueblo germánico que lo supere ni aún teniendo en cuenta que fueron muchos los romanos que emparentaron con germánicas...
D.R.: Hasta ahora me pregunto cómo pude sobrevivirla yo, en aquel entonces, un muchacho de 16 años. Sí, por ejemplo, nuestro tribuno Publio Emilio Camilo. Por eso en su presencia ningún soldado se atreve a hablar mal de los germanos
Sí, hasta ahora me pregunto cómo pude sobrevivirla yo, en aquel entonces, un muchacho de 16 años
S: Los dioses te tenían reservadas muchas batallas... ¿Cuál crees que ha sido tu aportación más importante a Roma, por la que los dioses te premiaron con tu supervivencia a semejante prueba de fuego a tan temprana edad?
D.R: Después viví Pelusium y Alejandría... fue allá donde conocí al padre de mi tribuno, al honorable señor Marco Emilio Camilo... Ha sido uno de los partidarios más fieles de Marco Antonio y yo formaba parte de la escolta encargada de custodiarlo, para que no intentara seguir el ejemplo de su desafortunado jefe y quitarse la vida. Yo era el más joven de los escoltas así que traté de hacer su reclusión más soportable... creo que esto es lo mejor que he hecho en mi vida... hasta cierto momento
S: Sin duda una situación muy difícil de llevar con tan alta determinación para un muchacho tan joven.
D.R: Bueno, ahora, tantos años después, pienso que los dioses han tenido para mí sus propios planes.
S: Por último: ¿Durante vuestra estancia en Egipto, los dioses hicieron buenos planes para los soldados de Marco Antonio con las egipcias?
D.R.: Eso creo. Aunque muy pronto nuestra legión fue trasladada más al sur, a Nubia, donde luego sobrevino una nueva guerra... precisamente de la que habla mi tribuno en su diario
S: Muchísimas gracias por concedernos esta aproximación a los aspectos menos conocidos de vuestras andanzas, parte igualmente de la historia de Roma.
D.R: Gracias a ti por el interés por mi humilde persona.