sábado, 30 de julio de 2016

Marcvs Antonivs Saldvie visita Segovia

Visitar el acueducto de Segovia supone contemplar posiblemente el acueducto mejor conservado y más imponente del Imperio Romano.

Una media hora separan en AVE, la estación de Chamartín (Madrid) y la estación de Segovia Guiomar. Desde allí, bien el autobús número 11, por 2 euros el billete, bien un taxi por 8 euros el trayecto, nos conducen en unos 20-25 minutos al centro de la ciudad.






Poco después de bajar del autobús, nos encontramos con un negocio familiar que ha adoptado más que el castellano, la palabra latina de la que proviene "acueducto": "aquaeductus", llamándose: "El Aqüeducto". Tras más de 40 años vendiendo recuerdos de Segovia, frente al marco incomparable del acueducto de la ciudad, su propietaria, Angelines, nos explica que están a punto de jubilarse y que sus hijos no van a darle continuidad al negocio. 

Tras despedirnos de ella, comenzamos nuestra visita a la ciudad abrumados por la grandeza de esta construcción arquitéctonia colosal.

Sus 167 arcos de piedra granítica del Guadarrama, están construidos por sillares unidos sin argamasa alguna, por equilibrio de fuerzas. Es impresionante que a través de los siglos, además, apenas haya sufrido modificaciones.

Mide aproximadamente 15 kms, y se aprovisionaba de agua cerca del actual pantano de Revenga. Las canteras en las que se extrajeron y desde las que se trasladaron los bloques de granito, todavía no se sabe a ciencia cierta dónde se encontraban. Se nos explica que se levantaban mediante poleas y sogas, y eran ajustados con palancas de hierro. 

La  zona donde alcanza su máxima altura, es la de la Plaza del Azoguejo -un antiguo valle fluvial-. Es en este punto donde parece ser se encontraba la cartela dedicatoria, con los nombres del emperador y de los magistrados locales. Las perforaciones de sus sillares, parece ser son las marcas de las patillas que sostenían sus letras. 



Según los estudios, el texto podría indicar que Mummio Mummiano y Fabio Tauro, por orden del emperador Trajano, repararon la conducción,posiblemente construida en época de alguno de los Flavios.

La leyenda cuenta sin embargo que, los agujeros que aún se ven en las piedras, son las marcas de las pezuñas del demonio, el verdadero constructor del acueducto; Una aguadora, harta de arrastrar su cántaro por las calles empinadas de Segovia, aceptó regalarle su alma, a cambio de que éste solucionara el tema antes de que cantara el gallo. Le faltó una piedra por colocar al diablo para ganar el alma de la muchacha, quien confesó la historia a sus convecinos, quienes tras rociar con agua bendita la construcción, la aceptaron de buen grado.





martes, 19 de julio de 2016

Pinceladas romanas del Museo de Sant Boi (Barcelona)

Los romanos llegaron en torno al SII a.C. y hábilmente se impusieron rápidamente a nivel político.
Aportaron innumerables avances tecnológicos y médicos, y por supuesto, arquitectónicos.




lunes, 18 de julio de 2016

Parque Arqueológico de Guissona y Museo Eduard Camps

La ciudad romana de Iesso se fundó entre finales del S.II a.C. y principios del S.I a.C., convirtiéndose en centro de referencia para las tierras del interior de Cataluña.

sábado, 9 de julio de 2016

Una tarde en Barcino, con Meritxell Carreres


Un paseo siguiendo las huellas de los romanos en Barcelona de la mano de Meritxell Carreres, supone no sólo descubrir dónde podemos encontrar esos vestigios de Barcino, sino también, soñar a cada paso, con dónde vivían, qué comían, cuál era el ambiente de las termas romanas y el puerto, etc.