Los romanos llegaron en torno al SII a.C. y hábilmente se impusieron rápidamente a nivel político.
Aportaron innumerables avances tecnológicos y médicos, y por supuesto, arquitectónicos.
El aprovechamiento del agua para consumo personal y agrícola, fue uno de los elementos cuyo dominio destacaron en la civilización romana, tanto fue así, que crearon numerosos y maravillosos espacios de ocio: Las termas, cuyos restos pueden observarse aún hoy en el Museo de Sant Boi y que fueran construidas en la mina donde los íberos trabajaran el hierro, cerca del río.
De todos es sabido, que los romanos contaban con esclavos para hacer los trabajos duros. Un par de ellos, dejaran su impronta en sus trabajos en las termas de Sant Boi,: Germanus y Primitiva, quienes marcaran objetos en los desagües, con sus nombres.
Además de poder contemplar los restos de las termas en el subsuelo del museo, en éste se pueden ver también diferentes objetos encontrados en la zona, como una copa de servir, hallada en la plaza Constitución, una copa encontrada en la calle Hospital, una jarra rescatada en Can Pallarés, etc.
También se expone una tumba de un adolescente de época tardía -siglos V-VIII-.
Esta ciudad fue de vital importancia en la ruta hacia la ciudad de Barcino.
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