Con perdón o sin él: Termas de agua fría para todos.
Disfrutamos del día Internacional del Libro, de Sant Jordi o San Jorge, como gusten.
Pero no por ser un día de cortesía -regalando flores- y de culto a las letras -regalando libros-, salió a la calle, la facción más educada de la sociedad… Si es que algún grupo numeroso, puede ser aún considerado “eso”.
Frente a una mesa alargada donde se dispondrían a firmar sus obras varios escritores, se agrupan sus lectores haciendo cola. La marabunta que se dispone a entrar al centro comercial, no ve otro espacio para pasar, que el hueco entre la primera persona de cada fila y la mesa.
La referida manada no pertenece al grupo de los “ninis”, como tampoco los abuelos, que cuando viajan en transporte público, ceden el asiento a sus nietos, mientras estos últimos juegan con el móvil; Un móvil que en algunos casos, supone el sueldo mensual de muchos padres, legisladores y educadores, que a la edad de estos niños, suplicaban por una paga que les diera para ir el viernes al cine.
Ni son todos “ninis”, los que se llevan el papel higiénico de los lavabos públicos a su casa, porque de ser así, algún arte paralelo al del grafiti se habría creado ya, por parte de todos estos chavales que decimos, que no hacen otra cosa que emborracharse, culpar a los padres de sus traumas, pedirles dinero y ensuciar las calles.
Los padres y los abuelos de esos jóvenes, hemos diseñado una sociedad en la que las leyes mismas, se alejan del ideal romano de la razón y la equidad, y en ella, hemos educado a estos jóvenes, a los que culpamos de su comportamiento y de lo que harán con nuestra sociedad en el futuro. Entonemos el “mea culpa” en lugar de llorar por las esquinas de las redes sociales, porque apenas saben que el día 23 de abril, murieron unos señores llamados Miguel de Cervantes y William Shakespeare, cuyas obras no tendrán la más mínima curiosidad por conocer.
Más termas de agua fría para todos y menos paños calientes para nuestras conciencias, por favor.
Colum Rozas.
