martes, 14 de junio de 2016

Badalona, ciudad romana. Marcvs Antonivs Saldvie visita Baetulo. Parte I.





Visitar el Museo de Badalona supone dar un paseo por nada más y nada menos que 3.400 m2 de ciudad romana. En su subsuelo, no sólamente nos encontramos las famosas termas de la ciudad de Baetulo, sino que además caminamos por sus calles y visitamos sus casas y sus tiendas.

 


  


El excelente estado de conversación de numerosas piezas, nos pone en contacto directo con cómo eran un mausoleo y las sepulturas de tipología variada existentes, las vajillas, las joyas, los enseres médicos de hace 2.000 años...





Entre los tesoros que se encuentran en el museo, destacan los quicios de bronce de una de las puertas de entrada de la ciudad y la Venus de Badalona, pequeña pieza de 28 centrímetros, con numerosas faltas pero de auténtica belleza, que ornamentara el jardín de una familia potentada y que no fuera encontrada en una alcantarilla romana hasta épocas recientes (en el año 1.934). 



A la magia de este viaje en el tiempo, se suma una actividad que deleita al público con las explicaciones y anécdotas de Baetulo, a cargo de Penélope, la sirvienta de confianza de una de las familias de mayor peso de la ciudad.



Penélope explica desde el tipo de comida con el que agasajarán en un banquete nupcial los señores a sus invitados, hasta cómo será cocinada, en qué tiendas encontrar especias, alimentos, en cuáles objetos de lujo y también algunas anécdotas que a nadie dejarán indiferente, como el castigo que sufriera un esclavo, por la rotura de una pieza de cristal de la vajilla de una familia de alto standing romana.







   Y no acaban aquí los tesoros romanos que alberga Badalona. Próximamente visitaremos el Jardín de Quinto Licinio y la Casa de los Delfines: Los restos de una piscina y de una casa, ambos conjuntos arquitectónicos del S.I d.C.

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